Luego de la extensa pandemia, fue el primer lugar que visitamos a finales del 2020. No fue algo planeado, con sinceridad nunca habíamos escuchado acerca de la pequeña localidad de Mbocayaty, a pocos kilómetros de Villarrica. Pero cuando llega una invitación para ir al interior, casi nada nos detiene.
Lo mejor del lugar (para quienes van en familia y con hijos pequeños) es la amplia piscina exclusiva para criatura, que en toda su extensión no tiene más de 40 centímetros de profundidad. Por otro lado, aún más positivo para otros integrantes del grupo, es que permiten el ingreso de bebidas, además de comestibles.
Como fuimos un grupo importante (unas 10 personas y niños) ocupamos uno de los departamentos superiores, a unos 40 metros de la zona principal. 4 habitaciones cómodas con AA, 2 con baños y 2 con baño compartido.
El lugar cuenta con un amplio quincho con parrilla y varias posadas para parejas o familias pequeñas, que cuentan con más comodidades, como TV cable. En el lugar también hay un par de ponys y otros animales como loros, cotorras, entre otros (personalmente no es de muy de mi agrado los animales enjaulados).
El lugar ofrece desayuno, casi como en la casa: leche, yogurth, café, chocolata, naranja, banana, huevo casero, jugo y algunas masitas procesadas. Todo muy bien servido, pero quizás queden con las ganas si lo que buscan son aquellos desayunos de campo con leche recién ordeñada, pan casero y un manjar con diversidad de frutas, etc., como se ve también en otros lugares.
Un viaje de unas 2 horas desde Ñemby, la ruta que une Paraguarí con Villarrica está bastante mejorada, pero en noviembre aún había algunos tramos en reparación.
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